Diligentes cabalgan mis ansias
hacia la tórrida codicia de tus besos
¡exprimiendo la prudencia de mi savia!
cual hechizo de carnes en la anexión de dos cuerpos
¡desafiando a la hoguera de esta llama!
prendida en la entraña del deseo
¡encolerizando al jadeo que calla!
entre los efluvios derramados en silencio.
Y me apresa la jerga de tu mirada
¡y me agoto entre pausas y desenfrenos!
sabiéndome amante en euforias domeñada
¡a todo lo tuyo, que ahora es lo nuestro!
Corazones insensatos de madrugada
¡latiendo fruiciones en un solo pecho!
No hay comentarios:
Publicar un comentario