Dime quién marca tus firmes pasos.
¿Quién ahoga tus labios con un beso imperecedero,
quién agota las súplicas sinuosas lanzadas al viento?
Dime quién te mece en esa quietud sin término.
¿Quién consuela tu perenne halo de desvelo,
quién desata la tortura del letargo del silencio?
Dime quién subsana el inabarcable temor de mi escurridizo "adiós".
¿Quién?
No hay comentarios:
Publicar un comentario