He jugado al imposible olvido
y me he tropezado con el innegable recuerdo.
¡Deseo otra noche resuelta en tu lecho,
otro amanecer colmado de ardientes besos,
otro aroma varonil penetrando en mi excitado puerto!
Deseo la caricia que dejaste suspendida en el viento...
¡Deseo la lujuria álgida del placer extremo,
otra palabra dibujada bajo la circunferencia de mis senos,
otro clamor de deseo plegado en el albor de mi vuelo!
Y he jugado con el imposible olvido de tu recuerdo,
mas no puedo despojarme de la verdad de mis anhelos.
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