Viene y va

Y viene y va...

El pajarillo que edulcoraba nuestras mañanas sedientas de pasión,
alza su vuelo hacia otro lugar.

Y viene y va...
Prolijas se tornan las noches en un regozijo enigmático,
aún por descifrar,
entre soledades cabizbajas de sabores amargos
imposibles de amortiguar
en otra presencia que culmine lo ansiado
con un nuevo e iluminado despertar.

Y viene y va...
Viaja la risa de horizonte a cabo
bajo unos labios yertos, desierta de besos para obsequiar
a otras fértiles tierras sin árboles dañados
por donde cultivar tu nombre y pronunciar tu libertad.

Y viene y va...
Recuerdo que te impones entre proezas por conquistar,
¡Despedidas vagabundas en un oasis de extraña humildad,
angosturas calamitosas bajo un débil e infructuoso caminar
y tú,
tú perenne y unívoco en mi delirio,
que conforme vienes ya estás trazando el camino que te ha de llevar!

Y vienes y vas...
En el silencio sobrio de un deseo traslúcido en la oscuridad
se dispersa tu imagen mitigando la furia que se retuerce en su oquedad.

O te vienes o te vas.