para encontrarme en el comienzo de tus nalgas,
navegando lomos, vertientes y costados,
comiendo uvas y bebiendo de tus aguas,
flotando en el universo sentenciero de tu amparo,
recorriendo las mareas y los desiertos de estas ansias.
Ansia que me sangra en el regocijo de tu pecho,
pecho que aprisionas pasiones y pálpitos sin pausas,
¡Ansia que me matas en el júbilo de un sólo beso,
beso que condenas mi torrente a tu calma,
calma que no se sostiene en este precipicio sin freno,
freno que no existes en la esfera cautiva de tu mirada!
Me pierdo en tus labios iniciando mi consuelo
de saciar el hambre voraz e indomable cuando se trata de tu cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario