Alegoría de esperanza

Hoy llueve sobre el remanso de nuestras vegas,
cantan los gorriones alegorías dulces y fatigas extinguidas,
esconde el sol su implacable destello para iluminar esta vela
entre latidos acompasados de versos redimidos en las esquinas.

Despierta amor,
que las miradas dibujan acordes donde hubo arritmias,
que bajan los peregrinos entonando plegarias divinas,
que se desguazan titubeos en certezas incisivas...
Despierta amor,
que hoy mis párpados proyectan un guiño a la sonrisa.

Hoy el eco de nuestras montañas sabe a bulería,
los arrecifes corpulentos se desploman en esta fértil viña,
las impericias del ayer pierden consistencia entre la letanía
de discursos que afloran aseados en el pozo de pasiones y vigilias.

Despierta amor,
que estas manos palpan crepúsculos y noches tibias,
que mis muslos se humedecen entre sábanas derretidas,
que las sornas huyeron flaqueando entre mareas vespertinas...
Despierta amor,
que hoy cantan gorriones alegorías dulces y fatigas extinguidas
en el barco que naufragó sobre mi costa, pero que nunca colisionó en tu deriva.

Despierta amor...