Orgasmos yermos

Ahora que el ocaso persuade las angustias
de vientos infieles al lucro de mi cuerpo,
ahora que el tiempo nos dispensa con una permuta
arrastras tus linfas hacia la orilla de otro puerto.

Ahora que rugen los fragores eróticos de mi lecho
entre recuerdos de amalgamas de sal y caramelo,
ahora que el óbito de un beso resucita de entre los muertos
derramas la discordia turbada que concebimos en silencio.

Ahora que los brazos expolian azúcares en vergeles yertos
cuando los gorriones jadean acordes con sabor a vino añejo,
¡Ahora que los abejorros de mi boca evaporan el luto de sus aleteos
te busco en las aceras concurridas y foráneas de orgasmos yermos!

Que no estás, que no te veo...
Ahora que mis ojos bosquejan apetencias sobre un simple halo de viento.