No tengo que buscar excusas para amarte.
Estás en mí... y eres aire.
Aire en los fragmentos de quimeras al pensarte
¡en los naufragios de mis dedos y de mis carnes
que confunden tu boca con besos de hiel y sangre
maniatándome a la condena de sentirme viva en el recuerdo de tu semblante
arrojándome al abismo de ensoñaciones huérfanas de amante
donde derrocho mi esencia para escarbar y al fin hallarte
sumergido en los gozos que antaño saciaron instantes!
No voy a redimir las ansias de extraviarme entre tus cauces,
si estás en mí... ¡y no hay excusa para dejar de amarte!
No hay comentarios:
Publicar un comentario